En algunas edificaciones antiguas, es posible encontrar aún depósitos de agua fabricados con fibrocemento y, por tanto, con posibilidad de presencia de amianto.
Para su retirada hay que actuar con las medidas de seguridad necesarias que permita ofrecer, a las personas propietarias y usuarias del espacio, la tranquilidad de recibir, tras la retirada, un espacio libre de fibras de amianto en el ambiente.
Hay que recordar la importancia de no romper ni cortar estas piezas. Si fuera necesario realizar despiece con cortes para su retirada, deberá actuarse utilizando la herramienta apropiada y dispuesta para esta tarea y con el embolsado correspondiente. Igualmente, antes, durante y con posterioridad a la manipulación, será esencial un control ambiental del espacio confinado en que sea haya realizado la manipulación de los depósitos de amianto.
Por ello es importante, cuando nos encontramos con estos depósitos, recurrir a empresas especializadas en desamiantado.